EL VATICANO PROTESTA A BÉLGICA POR
                        POR LA REDADA CONTRA LA PEDERASTIA.

LOS POLICÍAS AISLARON DURANTE NUEVE HORAS A LOS OBISPOS Y ABRIERON TUMBAS ARZOBISPALES PARA BUSCAR PRUEBAS DE ABUSOS Y DE LA COMPLICIDAD DE LA JERARQUÍA.

Las investigaciones policiales sobre "atentados contra el pudor cometidos sobre los menores de edad" en seno de la Iglesia católica belga han derivado en un conflito diplomático después que el Vaticano mostrara su estupor e indignación por el modo en que se llevaron las pesquisas de jueces, lo que incluyó manipulaciones infructuosas de las tumbas de dos antiguos prelados en la catedral de Malinas.

El propio cardenal primado belga, Andre Joseph Lénnard, condenó "un poco extraño que las cosas hayan llegado hasta el extremo de horadar en tumbas arzobispales y que todos los obispos estuvieran retenidos hasta tarde"
Para Lénnard, "secuestrar entre comillas" a los obispos belgas, reunidos, encerrados e incomunicados durante nueve horas en la sede primada de Malinas mientras se procedía al registro. constituye un caso de "celo quizá excesivo". Perforar las tumbras de dos cardenales "parece como de novela". Novela de alto voltaje, a juzgar por cómo se está desarrolando, intervención del vaticano incluida.

La santa sede convocó el sábado pasado al embajador belga para protestar contra la "profanación" de las sepulturas de los cardenales Jozef Ernest Van Roey y Léon Joseph Suenens en los que agentes buscaron sin resultado alguna documentación escondida. "Las tumbas de los cardenales Suenens y Van Roey fueron perforadas y en ellas se introdujo una cámara para aparentemente comprobar si había documentos ocultos", señaló un portavoz del arzobispado de Malinas Bruselas, mientras la fiscalía se limitaba a confirmar la manipulación de una sola de las tumbas. En una de ellas se habían hecho recientemente obras.

Van Roey y Suenens pastorearon la iglesia belga entre 1.926 y 1.979 y en ese medio siglo dejaron una fuerte impronta en el pequeño y católico país, que bajo su mandato pastoral vivió desde una invasión alemana al fin de la colonización, pasando por la grave crisis sobre la continuidad de la monarquía en 1.950 o la modernización religiosa llegada de la mano del Concilio Vaticano expresó su "vivo estupor por la forma en se han realizado algunas búsquedas por parte de la autoridad judicial", y también su "tristeza por algunas violaciones de la intimidad a las que tienen derecho las víctimas". De vuelta a la vertiente pastoral, Roma reiteró su "firme condena de cualquier acto pecaminoso y criminal de abusos de menores por parte de miembros de la Iglesia, así como la necesidad de reparar esos actos, según las exigencias de la justicia y las enseñanzas del evangelio.

La investigación realizada seguirá en curso.
La referencia a la intimidad violada de las víctimas tiene que ver con la incautación de los documentos sobre 475 casos archivados en las oficinas de Lovaina de la comisión presidida por el psiquiatra infantil Peter Adriaenssens para tratar estos traumáticos insidentes. La comisión, formalmente independiente y tutelada por dos magistrados, fue creada en el año 2001 con el nombre de comisión para el tratamiento de las Quejas por abusos sexuales en la relación pastoral y había registrado poca actividad hasta el aluvión de denuncias desencadenada en abril por la confesión de pederastia de Roger Vangheluwe, de 74 años, obispo de Brujas.