domingo, 20 de mayo de 2012

LA DEBILIDAD DEL ESTADO DEL BIENESTAR EN ESPAÑA.


El Estado Del Bienestar en España está muy poco financiado y desarrollado y, se mire como se mire, estamos a la cola de la Europa Social.
            Si contemplamos el gasto social en las transferencias públicas (como las pensiones), o en los servicios públicos del Estado del Bienestar (como sanidad, educación, servicios de ayudas a las personas con dependencia, escuelas de infancia, servicios sociales, entre otros), vemos que está (21 por ciento del PIB) muy por debajo del promedio de la UE-15 (27 por ciento) y muy por debajo de los países más avanzados, como Suecia (29,3 por ciento). Lo mismo ocurre, por cierto, con los países periféricos de la Zona Euro, como Irlanda (21 por ciento), Portugal (23 por ciento) y Grecia (25 por ciento).

Otro indicador del subdesarrollo social de España es el bajo porcentaje de la población adulta que trabaja en los servicios del Estado del Bienestar. En España es sólo un 9 por ciento mucho más bajo que en Suecia (25 por ciento). Un español de cada diez trabaja en su Estado del Bienestar, comparado con un sueco de cada cuatro.

El déficit de empleo público, incluyendo el social, es enorme, negando el mensaje neoliberal que se produce constantemente en los medios de información de mayor difusión de que hay demasiados empleados públicos en España y muy pocos emprendedores. Los datos muestran, como ya señalamos antes, que España es el país con menos empleados que trabajan en el servicio del Estado del Bienestar y en el sector público y en cambio es el que registra mayor número de emprendedores.

Estos enormes déficits, que raramente tienen visibilidad mediática, aparecen también en Grecia, Portugal e Irlanda y se debe a que han estado gobernados por dictaduras enormemente conservadoras fascistas o fascistoides (como es el caso de España, Grecia y Portugal) o por regímenes autoritarios profundamente conservadores (como es el caso de Irlanda) durante la mayoría del periodo que va desde finales de la década de 1.930 hasta finales de la década de 1.970. Y, aunque ha habido cambios importantes, éstos han sido insuficientes para eliminar el enorme déficit de gasto público social.

En realidad el retraso social de España, como en aquellos otros países citados con anterioridad, se debe al enorme dominio de las fuerzas conservadoras y liberales en la historia de estos países; Asi, cuando el dictador murió en 1.975, España se gastaba sólo el 14% de PIB en su Estado del Bienestar,  mucho menos de lo que se gastaban aquel año los países que más tarde pasarían a formar la Unión Europea de los quince (UE-15), cuyo promedio era de un 22 por ciento del PIB.


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